sábado, 8 de marzo de 2008

SI CHAVES DECLARA LA GUERRA.....

POR NUESTROS HIJOS Y POR LAS NUEVAS GENERACIONES DE CIUDADANOS

Si Chavez declara la guerra...

Llamamiento a la cordura, al entendimiento y al dialogo entre pueblos hermanos debe ser la consigna. La guerra hay que dejársela a aquellos para los que la equidad y la justicia social adquieren la forma y toman el valor de una perplejidad constante y paralizante. A aquellos para los que entienden la política no como una actividad en la que prima sobre cualquier otro concepto el bienestar de las comunidades en las cuales les ha tocado vivir, sino su propio interés personal y al de sus áulicos, que los han aupado al poder a expensas de la rapacería ejercida sobre sus propios conciudadanos.Por ello vale la pena hacer un análisis sucinto de la realidad Latino Americana y, especialmente, la atinente a Colombia y Venezuela. Me propongo hacer una pequeña exposición de motivos que sirva de reflexión al grupo, en relación con nuestra posición, en el va y ven de la política internacional, en el entendimiento de que con ella orientemos nuestros esfuerzos en el mantenimiento de la paz y en la unidad de nuestros pueblos como única garantía de conseguir para nuestros hijos y nietos y para todas las generaciones venideras un mundo digno de ser vivido:

Vale la pena recordar que la política de EE.UU. en relación con América Latina se sustenta en una ofensiva político-militar orientada a apuntalar los regímenes clientes-adeptos y a socavar y desestabilizar los gobiernos independientes en la región. Lo mas llamativo de esta táctica reside en el esfuerzo económico- militar del gobierno Norte Americano para derrotar los movimientos socio-políticos populares, independientemente de si son ideológicos o militares, opuestos a la dominación imperial. Los países de la región donde con mayor intensidad se lleva a efecto esta ofensiva son Colombia y Venezuela. En los dos países la apuesta Norte Americana es muy alta por cuanto los intereses políticos, económicos, ideológicos y las consideraciones geo-estratégicas lo exigen, así piensa Bush y el pentágono.

Colombia y Venezuela poseen costas que los comunican con los países del Caribe y tienen acceso a los países Andinos; el que emerja en Colombia un régimen revolucionario o que se estabilice el régimen nacionalista en Venezuela podría inspirar movimientos similares en la zona transformando la región y minando seriamente el control que ejerce Washintong a través de sus regímenes clientes. De producirse cambios significativos. estos afectarían el control Norte Americano sobre la producción y abastecimiento de petróleo no solo en Colombia y Venezuela sino que, tal actitud, provocaría como efecto domino reacciones similares en Mexico y en el Ecuador, en éste ultimo país ya se están sucediendo, así como los procesos de retroceso de privatización masiva de las empresas nacionales que tan avidamente persiguen los especuladores financieros internacionales y las grandes compañías multinacionales.

Estados Unidos necesita mantener un abastecimiento creciente de combustibles- Petróleo y derivados- para mantenerse inflexible en el actual momento de guerra no declarada con Iran y otros países del Golfo incluyendo a Irak al que aun, a pesar del genocidio, no ha podido someter, sin perder de vista la creciente vulnerabilidad de Arabia Saudi y otros países Árabes productores de Petróleo.

Geoestrategicamente las transformaciones políticas en Colombia y Venezuela podrían llevar a un pacto de integración regional que incluiría no solamente a la mayoría de los países de América del Sur , Centro América y la inclusión de Cuba, destruyendo el embargo que desde hace 40 años mantiene washintong sobre la isla y creando una alternativa viable al acuerdo de libre comercio (ALCA/FTAA en ingles) impulsado por Estados unidos, primando un pacto regional que jamas ha sido visto con buenos ojos por EE.UU. como lo demuestra el reiterado fracaso de los diferentes intentos de los países de la región en éste sentido.

La Estrategia de EE.UU . hacia Colombia y Venezuela corre por diferentes derroteros: En Colombia Washintong ha optado por la "guerra total". En Venezuela se ha adoptado la doble estrategia de una sublevación civil de des estabilización político-económica que subvierta el orden y termine en un golpe de estado.

Es bien conocida por todos la estrategia en Colombia. La lucha contra-insurgente en Colombia se lleva a efecto bajo el paraguas del Narcotráfico para justificar la acelerada escalada militar y para-militar. La campaña se lleva a efecto en las zonas en las que las Farc mantienen su presencia y son mas fuertes, así mismo sobre civiles, campesinos,organizaciones ciudadanas, sindicatos y en fin contra todos aquellos que rechazan el pensamiento único .De otra parte, ignoraban, a un tiempo, las áreas controladas por las fuerzas para-militares aliadas de las Fuerzas Militares de Colombia.

En Venezuela, en contraste con la política de tierra arrasada en Colombia,se ha implementado un enfoque cívico-militar que permita el derrocamiento del Presidente. La primera parte es la desestabilización de la economía presionando a grupos allegados de negocios profesionales y a dirigentes políticos y sindicales de derechas mediante la utilización de los medios masivos de comunicación y el cierre de empresas estratégicas. La segunda fase se orienta hacia la captación de militares en retiro o activos que provoquen fisuras significativas dentro de las fuerzas de seguridad del Estado que desemboquen en un Golpe Militar.

A grandes rasgos, es lo que esta ocurriendo, y somos los ciudadanos quienes reflexivamente debemos pensar , dejando egoísmos y pasiones a un lado, sobre el futuro de las nuevas generaciones de Latino Americanos. Es por lo menos prudente llenarnos de razones, examinar detenidamente los acontecimientos mundiales, leer lo que se opina sobre nosotros en otras latitudes, estar pendientes de lo que los politólogos internacionales opinan sobre el devenir del mundo y luego tomar posiciones que nos permitan estar a la vanguardia
del desarrollo justo y equitativo de las sociedades en las que no ha tocado vivir o rechazando, sin paliativos, la negación al libre ejercicio de las libertades, a la garantía de nuestros derechos y al cumplimiento de nuestros deberes. Debemos evitar que otros piensen por nosotros para ejercer sin limitaciones los derechos que nos otorga la Democracia.

Se que no esta todo dicho. Se que el tema es muy extenso, pero si es necesario vale la pena abrir un debate para despejar incógnitas y dar luz a las zonas oscuras. Por hoy solo quería abrir una ventana a la esperanza, alejar la guerra de nuestro diccionario e invitarlos a todos a una reflexión mas profunda de nuestra situación política,económica y social haciendo énfasis en el análisis reflexivo de lo que entendemos por justicia social. Allí donde no hay justicia social no suele existir la democracia.La democracia se nutre y se fortalece con la diversidad ideológica, pero no puede ni debe dar lugar a la creación de guetos aislados y sometidos. Por ello es importante el establecimiento de reglas comunes que permitan que funcione el sistema sin alteraciones del ritmo, es decir, cumpliendo estrictamente todos y cada uno de sus principios sin que ninguno de sus miembros se vea perjudicado por otro. Es éste principio de la equidad y de la vulneración de las libertades el que da origen a movimientos sociales no deseados. Vale la pena citar como ejemplo la deriva reaccionaria de los Neo-con que tiene que ver con la deriva de los movimientos cristianos hacia el que hacer político activo: El Papa Wojtyla fue, entre otras cosas, un activo hombre de estado involucrándose de lleno en la lucha contra el comunismo y las ideologías de izquierda y de devolverle los favores que la CIA le prestó desarticulando los movimientos de la teología de la liberación en América Latina y en el resto del Mundo: Para ello el Vaticano se involucro en Polonia y en Croacia y no condeno la intervención de Bush con ocasión de la guerra del Golfo.
Los Democratas tenemos que hacer un esfuerzo de comprension sobre lo que sucede. No se trata de transigir con la vulneracion de los derechos humanos en nombre de ideologias, tradiciones o creencias que reclaman respetabilidad.Se trata mas bien de regresar a los valores segun los cuales es el dialogo y el raciocinio lo que nos permite acercar posturas por alejadas que se encuentren las unas de las otras. Por eso es injusta y peligrosa la identificación de la violencia con el disenso ideológico. Los Colombianos nos encontramos ante una situación grave, pero seguramente no se trata tan solo, y quizás no se trata tanto, de la amenaza terrorista en sí como de la anormalidad de la vida de los Colombianos durante los últimos cuarenta años. Tenemos la tendencia últimamente en identificar a los ciudadanos en dos categorías:Los buenos y los malos haciéndonos participes de la definición Norteamericana de los países buenos y los países malos: Los aliados o los que pertenecen al eje del mal. Los problemas políticos, aun los mas aleves,participes de actitudes criminales, exigen por parte de los gobiernos y de quienes pretendan solucionarlos, para su tratamiento y solución, voluntad política cierta, respaldo de la ciudadanía y de todas las fuerzas vivas de la nación e inflexible cumplimiento de los acuerdos a que haya lugar.
Cordialmente,

Carlos Herrera.