miércoles, 2 de mayo de 2007

FESTIVAL INTERNACIONAL DE POESIA EN BOGOTÁ


CUERPO PINTADO

Poesía mundial se dará cita en el Festival Internacional de Bogotá

Breve antología de poetas que llenarán la ciudad de palabras desde

el sábado 27 de abril y hasta el 5 de mayo.

Radiante

Me dijeron que eras la rosa del infierno.
La perdida batalla en las nubes.
La vanidad. La insolencia. Cada marca o señal: una advertencia
de belleza y lujuria.
Tu pecado fue estar por encima de los dioses.
Pero los dioses, tan perfectos, provocaron tal deseo.
Después vino el castigo, la petulante inclemencia.
Por eso andas radiante, como el fuego,
al borde de los bosques

Adriano González León (Venezuela)

Habitación de Armenia

Paulina duerme con el corazón a tajo abierto en la habitación vecina y por su ventana huye un mendigo con una corbata gris alumbrada por planetas nocturnos.
Paulina duerme y la habitación se va llenando de poemas de relojes que disparan sus manecillas al centro de sus sueños de pájaros extraños y flores que queman de un leve sabor a café y un aroma como de jabón que se desenreda de su cabellera negra. (...)

Enrique Sánchez Hernani (Perú)

Gesto desvanecido en esquina de una estación

Esta estación no será más una estación, quedará únicamente mi gesto desvanecido en el polvo de alguna ventana, si acaso hay ventanas, si acaso decido en las estaciones desamparar algún gesto.
Esperaré junto a las cabinas telefónicas a que las horas se desvanezcan azules en mi cigarrillo encendido de mirada triste e inclinada, me verán apretar la mandíbula para masticar, como las aves que emigran de una tierra a otra, cualquier bocado de aire sin saber qué les espera. (...)

Francisco Ruiz Udiel (Nicaragua)

Eco II

Pero ahora es este patio
Este patio y sus ventanas
Este patio y los vencejos.
Este patio y su sonido:
El río interminable de los grifos,
la lluvia que ahora hierve en el aceite,
los timbres, el teléfono, las puertas,
la bruma que descansa en la nevera,
lavadoras, sartenes, tenedores,
tartamudos utensilios en el hueco de tu pecho

Gudalupe Grande (España)

Presencia de las islas

Como un cortejo cabalgando a solas surgen de la niebla
-¿Quién alimenta su esplendor que ninguna tempestad oculta?
-De las islas sube algo parecido al deseo. Casa viviente en el mar
-las islas
-animales fantásticos
-esperan su alimento de frutos silvestres su ración de ostras. (...)

Thelma Nava (México)

Noche de Bogotá

La lluvia inyecta su frágil gravedad en las venas del aire
los autos ponen punto final a la ciudad.
La torre de la iglesia me recuerda una conversación con Dios.
Edificios vigilan en sus ojos de teja;
el lucerío como mil ojos parlantes.
La radio transmite una canción de Agustín Lara.
Sólo el frío no duerme:
nochitud en silencio, pies de gato.

Margarito Cuéllar (México)

***

con el paso ligero
aquí se mantiene ella
si un día allí no estuvo
es que todavía se oculta
en medio de un descampado del bosque
Pensando en el ayer su cabeza tiembla
afina el oído y escucha
ya no desea esconderse
conoce los signos
rumorosos de la vida
en torno a ella.

Vince Fasciani (Suiza)

Federico y los pájaros

Tienen mucho en común.
Cantan en la madrugada sin importarles
el universal y ajeno cansancio.
Alborotan de rama en rama
con la más pura insolencia. (...)

Luis la Hoz (Perú)

Piedra

Esta indulgencia que se conceden los hombres con el sueño,
¿no se parece al abandono de la muerte?
una muerte pequeña, un poco adelantada, un descanso breve, este goloso adelanto de muerte, este zurcir de pequeñas cosas, trae lo mejor, las cosas más femeninas,
esas cosas femeninas y no importa la reliquia como residuo
oscuro. (...)

Carlo Bordini (Italia)

***

Solo, como nadie bajo la lluvia
se muestra solo, derrotados los hombros
y todo como entregado
a la constrictora noche que lo cerca.

Una mano no entra en el cuadro,
la otra sí y apacible vuelca una tras otra las hojas del álbum.

Un lado de la cara tampoco entra en el cuadro, la otra sí, y de tanto en tanto sonríe.

Ahora se detiene y sigilosamente acerca los dedos que van y vienen sobre la foto como un reconocimiento una caricia un grato paseo, mientras vuelca la cabeza hacia atrás, y cierra los ojos, plácidamente, como un muerto feliz.

Marcos Silber (Argentina)

DIA DE LOS TRABAJADORES


DÍA DEL TRABAJO/ DIEGO RIVERA





El 1º de mayo se instituyó como Día Internacional del Trabajo en conmemoración de la sangrienta represión que sufrieran los obreros de la fábrica McCormick, durante varios días de abril y mayo de 1886, en la ciudad de Chicago.

En esas épocas, la jornada del trabajador estadounidense podía extenderse hasta 18 horas. Allí en Chicago, la “Noble Order of the Knights of Labor" (Noble Orden de los Caballeros del Trabajo) agrupaba a la mayor parte de los asalariados y llevaba adelante una sostenida campaña para lograr que la jornada laboral se limitara a 8 horas. Este justo reclamo chocó con una cerrada oposición empresarial, circunstancia que impulsó a los obreros de Chicago a declarar la huelga. La protesta contó con una adhesión en todo el país de más de cinco mil trabajadores, clamor que finalmente hizo ceder al sector patronal.

Pero, los dueños de McCormick no aceptaron el cambio y ello llevó a que sus empleados exteriorizaran airadamente su descontento, concentrándose en los alrededores de la fábrica. Para frenar la situación, la empresa recurrió a la policía. El día 1º de mayo la protesta fue acallada a balazos por las fuerzas represoras, que causaron numerosos muertos y heridos. Pese a la violencia desatada contra ellos, el 2 y el 3 de mayo los obreros se reunieron en el mismo lugar y en ambas oportunidades volvieron a ser salvajemente atacados, por lo que nuevamente gran cantidad de manifestantes perdieron sus vidas o quedaron gravemente heridos.

El 4 de mayo volvieron a concentrarse y a sufrir la violencia de la caballería policial. Como aún así no cedían, los uniformados abrieron intenso fuego y abatieron a numerosos trabajadores. En medio del caos, estalló una bomba, supuestamente arrojada contra las fuerzas represoras. Este hecho, históricamente conocido como el "atentado de Haymarket", motivó el posterior enjuiciamiento de seis obreros, los "Mártires de Chicago", cuya culpabilidad jamás fue probada. Sus apellidos eran Spies, Parsons, Engel, Fischer, Fielden y Schwab; cuatro de ellos fueron condenados a muerte y los otros dos a trabajos forzados de por vida.

La repercusión mundial de estos hechos provocó una oleada de indignación que obró como factor aglutinante de fuerzas dispersas que combatían por los mismos ideales que aquellos trabajadores estadounidenses. Treinta y tres años después, en 1919, la primera conferencia de la OIT, que acababa de ser constituida, proponía la adopción universal de la jornada de ocho horas y la semana de 48 horas. Tras un largo debate, la moción fue finalmente aprobada.

Tal fue el origen de la conmemoración del 1º de Mayo como Día del Trabajo, que cada año da a los trabajadores una oportunidad para afirmar sus derechos y su mutua solidaridad.